Heinrich Schliemann
Heinrich Schliemann, hijo de un pastor protestante en una pequeña publación de Mecklemburgo se hizo millonario gracias a su carrera comercial y a los 44 años lo dejó todo para dedicarse al estudio y ejercicio de su pasión: la arqueología. Alcanzó la fama como controvertido arqueólogo descubridor, entre otras maravillas, de los restos de Troya y la máscara de oro de Agamenón. De la autobiografía de Schliemann me interesan especialmente todos los detalles acerca de cómo desarrolló su increíble habilidad para el aprendizaje de lenguas extranjeras. Se dice que a los 22 años dominaba 7 idiomas y a los 33 años ya eran 15 las lenguas extranjeras aprendidas. Como en el caso de otros grandes políglotas famosos, será interesante analizar qué aspectos de su metodología pueden ayudarnos hoy en día a aprender más y mejor.
1. Kindheit und kaufmännische Laufbahn
(1822–1866)
Ankershagen – Sagen von Ankershagen – Herkulanum und Pompeji – Troja – Minna Meincke – Peter Hüppert – Schul- und Lehrlingsjahre – Schiffsjunge auf der Brigg Dorothea – Laufbursche in Amsterdam – Studium moderner Sprachen – Agentur in Petersburg – Brand in Memel – Studium des Griechischen – Reise nach dem Orient – Reise um die Erde
1. Infancia y carrera comercial
(1822–1866)
Ankershagen – Sagas de Ankershagen – Pompeya y Herculano – Troya – Minna Meincke – Peter Hüppert – Años de escuela y aprendizaje – Grumete – En el bergantín Dorothea – Chico de los recados en Amsterdam – Estudio de lenguas modernas – Agencia en San Petersburgo – Incendio en Memel – Estudio del griego – Viaje a oriente – Viaje alrededor del mundo
Wenn ich dieses Werk – so leitet Heinrich Schliemann sein Buch »Ilios« ein – mit einer Geschichte des eignen Lebens beginne, so ist es nicht Eitelkeit, die dazu mich veranlaßt, wohl aber der Wunsch, klar darzulegen, daß die ganze Arbeit meines spätern Lebens durch die Eindrücke meiner frühesten Kindheit bestimmt worden, ja, daß sie die notwendige Folge derselben gewesen ist; wurden doch, sozusagen, Hacke und Schaufel für die Ausgrabung Trojas und der Königsgräber von Mykenä schon in dem kleinen deutschen Dorfe geschmiedet und geschärft, in dem ich acht Jahre meiner ersten Jugend verbrachte.
Cuando inicio esta obra con una historia de mi propia vida, así introduce Heinrich Schliemann su libro “Ilios”, no es la vanidad lo que me mueve, sino más bien el deseo de dejar claro que todo el trabajo de mi vida posterior ha estado determinado por las impresiones de mi primera infancia, esto es, que ha sido la necesaria consecuencia de aquellas. Por así decirlo, la azada y la pala que desenterraron Troya y las tumbas reales de Micenas se forjaron y se afilaron ya en aquel pequeño pueblo alemán en el que pasé ocho años de mi primera juventud.
So erscheint es mir auch nicht überflüssig, zu erzählen, wie ich allmählich in den Besitz der Mittel gelangt bin, vermöge deren ich im Herbste des Lebens die großen Pläne ausführen konnte, die ich als armer, kleiner Knabe entworfen hatte.
Así pues ahora no me parece superfluo el relatar cómo poco a poco llegué a apropiarme de los medios gracias a los cuales en el otoño de mi vida he podido hacer realidad los grandes planes que me había trazado cuando era un pequeño y pobre infante.
Ich wurde am 6. Januar 1822 in dem Städtchen Neu-Buckow in Mecklenburg-Schwerin geboren, wo mein Vater, Ernst Schliemann, protestantischer Prediger war und von wo er im Jahre 1823 in derselben Eigenschaft an die Pfarre von Ankershagen, einem in demselben Großherzogtum zwischen Waren und Penzlin belegenen Dorfe, berufen wurde.
Nací el 6 de enero de 1822 en la pequeña ciudad de Neu-Buckow en Mecklemburgo-Schwerin, donde mi padre, Ernst Schliemann, era pastor protestante y desde donde éste fue llamado a ocupar en el año 1823 la parroquia de Ankershagen, un pueblo en el mismo Gran Ducado situado entre Waren y Penzlin.
In diesem Dorfe verbrachte ich die acht folgenden Jahre meines Lebens, und die in meiner Natur begründete Neigung für alles Geheimnisvolle und Wunderbare wurde durch die Wunder, welche jener Ort enthielt, zu einer wahren Leidenschaft entflammt.
En este pueblo pasé los ocho años siguientes de mi vida y mi inclinación natural hacia todo lo misterioso y fantástico se inflamó hasta convertirse en una verdadera pasión gracias a las maravillas que encerraba aquel lugar.
In unserm Gartenhause sollte der Geist von meines Vaters Vorgänger, dem Pastor von Rußdorf, »umgehen«; und dicht hinter unserm Garten befand sich ein kleiner Teich, das sogenannte »Silberschälchen«, dem um Mitternacht eine gespenstische Jungfrau, die eine silberne Schale trug, entsteigen sollte.
En nuestra casa y su jardían “rondaba” supuestamente el espíritu del predecesor de mi padre, el pastor von Rußdorf; y justo detrás de nuestro jardín se encontraba un pequeño estanque conocido como la “fuente de plata” donde se creía que a media noche surgía de las aguas el espectro de una joven que llevaba una fuente de plata.
Außerdem hatte das Dorf einen kleinen, von einem Graben umzogenen Hügel aufzuweisen, wahrscheinlich ein Grab aus heidnischer Vorzeit, ein sogenanntes Hünengrab, in dem der Sage nach ein alter Raubritter sein Lieblingskind in einer goldenen Wiege begraben hatte.
En el pueblo había además una pequeña colina rodeada por un foso, probablemente una tumba de la antiguedad pagana, lo que se conocían como tumbas de los hunos, en la que según la leyenda un viejo caballero bandido había enterrado a su querido hijo en una cuna de oro.
Ungeheure Schätze aber sollten neben den Ruinen eines alten runden Turmes in dem Garten des Guteigentümers verborgen liegen; mein Glaube an das Vorhandensein aller dieser Schätze war so fest, daß ich jedesmal, wenn ich meinen Vater über seine Geldverlegenheiten klagen hörte, verwundert fragte, weshalb er denn nicht die silberne Schale oder die goldene Wiege ausgraben und sich dadurch reich machen wollte?
Ingentes tesoros debían hallarse ocultos junto a las ruinas de una vieja torre redonda en el jardín del propietario de la finca; mi fe en la existencia de aquellos tesoros era tan firme que cada vez que oía a mi padre quejarse de su situación financiera le preguntaba sorprendido ¿por qué no desenterraba la fuente de plata o la cuna de oro y así se hacía rico?
Auch ein altes mittelalterliches Schloß befand sich in Ankershagen, mit geheimen Gängen in seinen sechs Fuß starken Mauern und einem unterirdischen Wege, der eine starke deutsche Meile lang sein und unter dem tiefen See bei Speck durchführen sollte; es hieß, furchtbare Gespenster gingen da um, und alle Dorfleute sprachen nur mit Zittern von diesen Schrecknissen.
En Ankershagen había también un viejo castillo medieval con corredores secretos en sus murallas de seis pies de grosor y un pasadizo subterráneo que sería de más de una milla alemana de longitud y debía conducir al profundo lago junto a Speck; se decía que pululaban por él terribles espectros y los habitantes del pueblo no eran capaces de hablar sin temblar de estos horrores.
Einer alten Sage nach war das Schloß einst von einem Raubritter, namens Henning von Holstein, bewohnt worden, der, im Volke »Henning Bradenkirl« genannt, weit und breit im Lande gefürchtet wurde, da er, wo er nur konnte, zu rauben und zu plündern pflegte.
Según una antigua leyenda, el castillo había pertenecido a un caballero bandido llamado Henning von Holstein, conocido por el pueblo como «Henning Bradenkirl» y temido por todas aquellas tierras en las que solía asaltar y saquear siempre que le era posible.
So verdroß es ihn denn auch nicht wenig, daß der Herzog von Mecklenburg manchen Kaufmann, der an seinem Schlosse vorbeiziehen mußte, durch einen Geleitsbrief gegen seine Vergewaltigungen schützte, und um dafür an dem Herzog Rache nehmen zu können, lud er ihn einst mit heuchlerischer Demut auf sein Schloß zu Gaste. Der Herzog nahm die Einladung an und machte sich an dem bestimmten Tage mit einem großen Gefolge auf den Weg.
No poca contrariedad le suponía que el Duque de Mecklemburgo proporcionase salvoconducto protegiendo frente a sus asaltos a muchos comerciantes que debían cruzar sus tierras y, con la intención de vengarse del Duque, le invitó con hipócrita humildad a hospedarse en su castillo. El duque aceptó la invitación y partió el día señalado con un gran séquito.
Des Ritters Kuhhirte jedoch, der von seines Herrn Absicht, den Gast zu ermorden, Kunde erlangt halte, verbarg sich in dem Gebüsch am Wege, erwartete hier hinter einem, etwa eine Viertelmeile von unsern, Hause gelegenen Hügel den Herzog und verriet demselben Hennings verbrecherischen Plan.
Sin embargo, un vaquero del caballero, que había tenido noticia de la intención de su amo de asesinar al huésped, se escondió en los arbustos junto al camino, detrás de una colina a un cuarto de milla de nuestra casa, esperó al Duque y le contó al mismo plan criminal de Henning.
Der Herzog kehrte augenblicklich um. Von diesem Ereignis sollte der Hügel seinen jetzigen Namen »der Wartensberg« erhalten haben. Als aber der Ritter entdeckte, daß der Kuhhirte seine Pläne durchkreuzt hatte, ließ er den Mann bei lebendigem Leibe langsam in einer großen eisernen Pfanne braten und gab dem Unglücklichen, erzählt die Sage weiter, als er in Todesqualen sich wand, noch einen letzten grausamen Stoß mit dem linken Fuße.
El Duque dio la vuelta de inmediato. A partir de aquel evento la colina habría recibido su nombre actual «el Wartensberg», la montaña de la espera. Pero cuando el caballero descubrió que el vaquero había frustrado sus planes, hizo que el asaran vivo al hombre a fuego lento en una gran sartén de hierro y cuenta la saga que, mientras se retorcía en su agonía, le dio al desgraciado un cruel golpe de gracia con su pie izquierdo.
Bald danach kam der Herzog mit einem Regiment Soldaten, belagerte und stürmte das Schloß, und als Ritter Henning sah, daß an kein Entkommen mehr für ihn zu denken sei, packte er alle seine Schätze in einen großen Kasten und vergrub denselben dicht neben dem runden Turme in seinem Garten, dessen Ruinen heute noch zu sehen sind. Dann gab er sich selbst den Tod.
Poco después llegó el duque con un regimiento de soldados, sitió y asaltó el castillo, y cuando el caballero Henning vio que no había escapatoria posible para él, empaquetó todos sus tesoros en una gran caja y la enterró cerca de la torre redonda de su jardín, cuyas ruinas aún se pueden ver hoy en día. Luego se dio la muerte a sí mismo.
Eine lange Reihe flacher Steine auf unserm Kirchhofe sollte des Missetäters Grab bezeichnen, aus dem jahrhundertelang sein linkes, mit einem schwarzen Seidenstrumpfe bekleidetes Bein immer wieder herausgewachsen war. Sowohl der Küster Prange als auch der Totengräber Wöllert beschworen hoch und teuer, daß sie als Knaben selbst das Bein abgeschnitten und mit dem Knochen Birnen von den Bäumen abgeschlagen hätten, daß aber im Anfange dieses Jahrhunderts das Bein plötzlich zu wachsen aufgehört habe. Natürlich glaubte ich auch all dies in kindlicher Einfalt, ja bat sogar oft genug meinen Vater, daß er das Grab selber öffnen oder auch mir nur erlauben möge, dies zu tun, um endlich sehen zu können, warum das Bein nicht mehr herauswachsen wolle.
Se suponía que una larga fila de piedras planas en nuestro cementerio marcaba la tumba del malhechor, de la que durante siglos había sobresalido una y otra vez su pierna izquierda, vestida con una media de seda negra. Tanto el sacristán Prange como el enterrador Wöllert habían jurado alto y claro que cuando eran jóvenes ellos mismos habían cortado la pierna y usado el hueso para alcanzar peras de los árboles, pero que a principios de este siglo la pierna había dejado de crecer repentinamente. Por supuesto que yo creía todo aquello con ingenuidad infantil, e incluso le pedí a mi padre bastante a menudo que abriera la tumba él mismo, o incluso que me permitiera hacerlo a mí, para poder ver finalmente por qué la pierna ya no quería crecer.